Del mundo de los posibles pasé a este mundo mortal. Fue elegida mi existencia y alguien me obligó a cruzar, sin mediar consulta previa a mi libre voluntad. ¿Sería el amor o el destino, o tal vez sería el azar? Ignoro cual de los tres está en la entrada diciendo con infinito poder: “este sí y aquel también”. Soy una estrella fugaz que apenas pasa un momento por dos inmensos misterios: eternidad y universo. Yo no sé de dónde vengo ni siquiera a dónde voy. Sólo sé que pienso y siento; soy consciente de que soy. Sé que estoy en este mundo ajeno a mi voluntad, y cuando al final me vaya no valdrá mi libertad. |
Es cierto que nada fui y que ahora poco valgo. No sé qué seré después, si de mi ser cruza algo, como espero, al otro lado. Sólo puedo ser consciente de que existo, soy y estoy, y de que vivo el presente. Si formo parte del cosmos sin saber por qué será, cuál es y dónde está el ser que me sacó de la nada, me puso en el escenario, y antes de acabar la escena me cambiará el decorado. Soy materia universal con algo que piensa y siente. El ser que puso en mi mente un alma espiritual, tal vez también me dejara una semilla inmortal, que dé sentido a mi muerte. |
MEDITACION
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