Muchas noches, voy guardando en la Luna
mis secretos de amor. Ya está lleno el corazón.
Los placeres y los celos le superan;
ya le producen dolor.
Reina de la noche, celeste pastora de estrellas.
Testigo de locas quimeras
en mis noches de Luna lunera.
Blanca penumbra embrujada.
Luz de nácar que enciende en el corazón
hogueras de amor, allá por la madrugada.
Mítica Selene, mi Luna divina,
de suspiros de corazones llena.
Ofrenda de enamorados a sus amores
en noches cascabeleras de Luna llena.
Plena de sol paseas
por el reino de la noche.
Apoyado en la farola
o a la sombra de una esquina,
algún corazón, amante y celoso, te vigila.
El corazón y la Luna. La Luna y el corazón.
Van cogidos de la mano,
de la mano del amor.
Traigo penas en el alma
que vienen del corazón.
A la Luna, cómplice de aventuras
y de lances nocturnos de amor,
le han profanado el sepulcro
de los secretos de amor.
Al alma le va fallando la vida;
al taller ha llevado el corazón.
Cirujanos y astronautas
con mis secretos lleváronse mi ilusión.
Y me han dejado sin Luna,
sin Luna… y sin Corazón.
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En Olmeda del Rey, a 30 de junio de 2011
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